¿No hay vuelta atrás para Nokia?
En estos momentos, Nokia está en boca de todos. Hace apenas unos meses atrás sorprendía al mundo anunciando que adoptaría la plataforma Windows Phone de Microsoft como principal sistema operativo para sus smartphones y declarando en vías de extinción otros sistemas operativos como Symbian y MeeGo que la compañía apoyó fervientemente hasta último momento.
El problema surge cuando Nokia presenta al Nokia N9, un smartphone corriendo MeeGo Harmattan 1.2, la última versión del OS y el fruto de un esfuerzo de años de trabajo, después de haber anunciado que no soportaría al sistema operativo. Tal vez la intención de Nokia es mostrarle al mundo lo que es capaz de hacer en cuanto a diseño de teléfonos celulares, o mostrarle lo que se pierde el público por haber optado por otros fabricantes durante estos últimos años.
Lo que sí es cierto es que Nokia ha logrado un producto exquisito con el Nokia N9....pero demasiado tarde.
Es lógico pensar que en la desesperación, Nokia haya apresurado su decisión de adoptar Windows Phone como plataforma principal. Después de todo, varios fabricantes han adoptado el sistema operativo de Microsoft sin dejar de lado esfuerzos para otros OS, entonces ¿por qué tanta devoción a Microsoft? Nokia resigna un sistema operativo robusto, basado en Linux - al igual que Android -, abierto, con una comunidad de desarrolladores, por un sistema cerrado, propietario, que no ha logrado precisamente un éxito en su pomposo lanzamiento.
Tal vez, el Nokia N9 represente como nunca el hecho de que para Nokia no hay vuelta atrás, a pesar de que, parece ser ahora, tenía una buena chance de recuperarse.