Android 10 ha sido, sin dudas, la mejor versión del sistema operativo móvil de Google lanzada hasta la fecha. No obstante, con su llegada, murió una vieja y adorada tradición: los nombres de postres que llegaban con cada nueva versión. Y aunque el sucesor de Android 10 será el número 11, se reveló que Android 11 se llama Android Red Velvet Cake puertas adentro.
Para los desarrolladores de Android la tradición de los nombres de postres continúa. Y aunque Android 11 también es llamado, a manera de código, Android R -otra tradición de nominación de Google que incluía la siguiente letra del alfabeto con cada nueva versión-, el nombre que todos esperamos saber es el relativo a su correspondiente postre. Y ese será Red Velvet Cake.
Android Red Velvet Cake tendrá sorpresas aún no anunciadas
Red Velvet Cake o Pastel de Terciopelo Rojo es el nombre que corresponde a la siguiente versión de Android que se anunciará de manera oficial y definitiva en los próximos meses. Claro que, para ese entonces, los usuarios no podrán recibirlo con su simpático nombre de postre, sino más bien con el nombre Android 11.
Dave Burke, vicepresidente del departamento de desarrolladores de Android, fue el que reveló toda esta información y también un muy interesante detalle: Android 11 tiene varias sorpresas que aún no fueron anunciadas con sus primeras dos betas. Y eso es posible gracias a la nueva estructura del sistema operativo móvil más popular del mundo.
Con su onceava versión Android ha conseguido separarse en secciones actualizables de manera independiente. Eso le permite a Google cambiar aspectos fundamentales de Android sin tener que tocar el código general en las actualizaciones OTA. Y esa misma es la razón por la cual hay aún sorpresas de Android 11 que esperarán hasta la versión final para introducirse.
Para los desarrolladores y los fanáticos de la vieja tradición de nombres de postres, Android 11 se llama Android Red Velvet Cake. Podemos ahora descansar en paz que, al menos de manera informal, las sucesivas versiones de Android posiblemente continúen con esta tradición hasta el final del alfabeto y, quién sabe, quizá más allá de él también.
