Android O optimizará y mejorará el funcionamiento de dispositivos de realidad virtual
Tablets, smartwatches y ahora realidad virtual y aumentada. En ese orden se han estado disputando los bastiones de la próxima innovación tecnológica que tendrá por años a los principales fabricantes de tecnología del mundo mostrándose uñas y dientes los unos a los otros. La realidad virtual y la realidad aumentada siendo el último de esas arenas.
Con el surgimiento de dispositivos de realidad virtual y realidad aumentada lanzados aquí y allá, y sin haber recibido estos demasiada popularidad o acogida, nuevos dispositivos y nuevo software se prepara para la próxima generación, de la que se dice será el punto de quiebre de estas tecnologías. Android O, la próxima versión del sistema operativo más popular del mundo, trabajará para que eso se cumpla.
Distintos fabricantes se han pronunciado al respecto de la dificultad que implica concebir un smartphone certificado para interactuar, por ejemplo, con el dispositivo de Google, el Daydream VR. Quizá producto de esas dificultades y de procesos de aprobación tan rigurosos y lentos, Google ha impulsado junto a HTC y LG la iniciativa de fabricar dispositivos de realidad virtual independientes, autónomos.
Pero aunque estos estén concebidos desde el principio para poder correr aplicaciones y programas de realidad virtual, un sistema operativo óptimo es imperante para el éxito de los dispositivos. Se ha dado a conocer recientemente que Android O hace una labor espléndida en administrar la energía, memoria y uso del procesador de la forma más óptima para evitar otorgarle demasiados recursos a aplicaciones trabajando en segundo plano y así poder dedicar más poder y mejor rendimiento a funciones más preponderantes en cada eventualidad.
Android O, sin lugar a dudas, será, si le cabe serlo a algún sistema operativo, el que comience a construir momentum hacia la cúspide de éxito de la realidad virtual y la realidad aumentada, cúspide que analistas de todo el mundo pronostican llegará en el 2020. Veremos cuánto hace Android O por convencer a más usuarios del globo por aventurarse a experimentar una segunda realidad.