Sabemos que Microsoft genera más dinero por licencias utilizadas en Android que por ingresos generados por Windows Phone, gracias a que prácticamente todos los fabricantes que utilizan el sistema operativo de Google, deben pagar un cargo por cada dispositivo vendido. Esta cifra ahora se estima en 2000 millones de dólares según analistas.
Paradójicamente, Microsoft cuenta con recursos para seguir empujando a Windows Phone como alternativa, siempre y cuando Android continúe liderando como sistema operativo, gracias a estos ingresos de fácil obtención y administración que a su vez le permiten minimizar pérdidas, cubriendo buena parte del dinero perdido por las divisiones Windows Phone y Xbox.
De esta manera, Microsoft se asegura una estrategia que siempre lo colocará como ganador en este esquema.