Lavarnos las manos frecuentemente y cada una de ellas durante aproximadamente 20 segundos; toser y estornudar sobre el pliegue del codo o en el costado interior de la muñeca pero nunca en la mano; y utilizar barbijo en caso de presentar síntomas de COVID-19. Pero muy poca gente está hablando de cómo limpiar nuestro celular y de lo importante que es.
Al contrario de lo que muchos podrían pensar las pantallas de smartphones tienen, en promedio, incluso más bacterias que un inodoro. Si pensamos la cantidad de tiempo que pasamos en constante contacto con su superficie y la cantidad de veces que nuestras manos limpias pasan por una pantalla potencialmente contaminada es solo obvio cuán importante es limpiarla.
¿Cómo limpiamos nuestros smartphones? ¿Es igual para todos?
Como decíamos: las pantallas de los smartphones son extremadamente permeables y, por tanto, pueden alojar sin problemas bacterias y virus como el del COVID-19. Y si nos limpiamos las manos pero luego entramos en contacto con la pantalla de un smartphone potencialmente contaminado pierde total sentido nuestra higiene de manos.
Así que lo recomendable es varias veces al día limpiar la pantalla de nuestros smartphones de acuerdo al siguiente criterio: si tiene o no tiene un coeficiente de resistencias al polvo y el agua IP68 el procedimiento varía. Para saber si nuestro smartphone tiene o no tiene este coeficiente es tan sencillo como buscar el teléfono en cuestión en nuestra base de datos.
Dicho coeficiente de resistencias permite un alto grado de resistencia al agua y, por tanto, podemos lavar dichos dispositivos con una franela o gamusa y una solución con agua y jabón. No hace falta empapar la tela en cuestión; con mojarla ligeramente y luego frotarla en el display realizando movimientos circulares es más que suficiente.
En caso de que nuestro smartphone no tenga un coeficiente de resistencias al polvo y el agua IP68 entonces tendremos que utilizar otro tipo de paño. En particular, los de la tela microfibra. Este tipo de tela se encuentra en los trapos de limpieza de rápida absorción. Los reconocidos por absorber grandes cantidades de líquido con un simple contacto.
Pero tampoco podremos usar agua y jabón por el daño potencial que este podría causar a nuestras pantallas. En dichos casos deberemos recurrir a una solución compuesta en un 60% por agua y un 40% por alcohol. Esto es fácil si tenemos un vaso medidor pero, de no tener acceso a dicha herramienta, una medida a ojo bastará.
Una vez más, vale aclarar que, en este caso, la microfibra no necesita estar empapada de la solución de agua y alcohol. Humedecer un poco la microfibra o incluso topiar la tela con algunas gotas para lograr humedad suficiente basta para lograr una limpieza de la superficie.
Es vital que sin importar de si se trate de un smartphone con coeficiente de resistencias IP68 o no evitemos a toda costa introducir agua y alcohol o agua y jabón en puertos de carga, puertos de audio estándar de 3,5mm o speakers. Tampoco dentro de la bandeja de tarjetas SIM. En síntesis, ninguna abertura por donde pueda filtrarse líquido hacia los circuitos.
Ahora que sabemos cómo limpiar nuestro celular, ¿qué tan seguido deberíamos de realizar el proceso en cuestión? Pues bien, lo ideal es hacerlo cada vez que recordemos haber tocado superficies poco higiénicas y luego llevar nuestras manos a la pantalla.
Como cuando nos agarramos de manijas y postes en el subte, tren o bus y luego tocamos nuestro smartphone.
Pero también cuando entramos en contacto con otras personas, cuando venimos de la calle y después de entrar en contacto con comida. Si no disponemos de tanto tiempo podemos proponernos limpiar nuestro smartphone al menos tres veces al día en diferentes momentos de la jornada para garantizar su higiene durante la mayor cantidad de tiempo posible.
