Al cierre del tercer trimestre del corriente año, Xiaomi acabó en el puesto número 5 de las compañías que más smartphones habían vendido en dicho período, así como también en el año. Siendo la actual quinta compañía más influyente del mundo en materia de teléfonos inteligentes uno creería que es el mejor momento para que Xiaomi dé el obligatorio paso hacia Estados Unidos y comenzar a comercializar sus productos en la tierra del Tío Sam.
No obstante, aunque Lei Jun, CEO de Xiaomi, ha declarado que las intenciones de la compañía de vender sus productos en suelo estadounidense permanecen intactas, quienes dirigen la compañía reconocen que el cómo y el cuándo de este paso son igual o más importantes que las intenciones de darlo.
Actualmente, los ejecutivos de Xiaomi se encuentran evaluando los cronogramas de lanzamientos de los próximos años, intentando dilucidar cuándo y cómo conquistar los corazones de los consumidores estadounidenses para que no le suceda a Xiaomi lo que a LeEco le ha costado, prácticamente, la integridad, el futuro y las finanzas de la compañía. El 50% de los dueños de smartphones en Estados Unidos tienen un dispositivo Apple o Samsung en sus manos y bolsillos, lo que hace que Xiaomi, como aún joven compañía que es, tenga realmente difícil la tarea de irrumpir en el mercado para hacerse un cómodo tercer lugar.
Pero las intenciones de Xiaomi lo han llevado a comenzar a vender en Estados Unidos otros accesorios también diseñados y manufacturados por la compañía china. Esto movimiento económico seguramente se realizó con intenciones de evaluar el mercado, desglosar las enormes diferencias que hay entre los consumidores chinos y los consumidores estadounidenses y así por fin llegar a diagramar el plan adecuado para que Xiaomi llegue allí con el impacto necesario para romper el monopolio de Samsung y Apple en ese mercado.
Fuente: CNET