Vientos ominosos de ineludible desastre soplan en dirección a Apple tras admitir que desde una de sus actualizaciones a mediados del año 2016 decidieron comenzar a limitar la frecuencia de trabajo de sus procesadores con motivo de maximizar la vida útil de sus baterías. Siendo "polémica" un adjetivo que no alcanza a describir la profundidad de esta decisión, otros consumidores han comenzado a preguntarse si tendrán que lidiar también con estas medidas si adquieren smartphones de otras compañías.
El sitio Phone Arena escribió mails a Samsung, LG, Motorola, HTC y Google para intentar recibir declaraciones oficiales de representantes y que esclarezcan si esta era también una política de otras compañías. Para fortuna y alegría de los usuarios de un teléfono fabricado por estas compañías, todas declararon no haberlo hecho nunca ni hacerlo actualmente.
Todas ellas menos Google, al menos, quien aún no ha contestado al mail de Phone Arena. En el caso de Samsung, el Coloso Coreano no solo declaró nunca haber reducido la frecuencia de trabajo de sus procesadores con motivo de maximizar la vida útil de sus baterías, sino que además clamó no tener intenciones de hacerlo nunca pues "se interesan por lo que sus consumidores puedan pensar de ellos". No sería Samsung si no se aprovechase la situación para golpear a Apple en el piso. Lo gracioso es que Samsung tiene que lidiar con sus propios problemas de baterías.
Por su lado, ni Motorola, ni LG, ni HTC dicen haber limitado nunca la velocidad de sus procesadores intencionalmente. Así que si tienen en sus planes comprar algún smartphone últimamente, sepan que comprar un iPhone no es cuestión de un solo pago, sino que también ha de pagarse un cambio de batería tras un uso promedio de dos años, o arriesgarse a comprar un iPhone totalmente nuevo. Eso, o adquirir algunos de los dispositivos que venden estos otros cuatro fabricantes.
Fuente: Phone Arena