HTC se ha mostrado recatado y prudente en sus declaraciones y promesas este año. Los rumores y expectativas alrededor de su nuevo smartphone equipado con un Qualcomm Snapdragon 835 se han propagado desde enero, cuando el lanzamiento de su HTC U Ultra y HTC U Play dejaron con mal sabor de boca a la mayoría de fanáticos de HTC que esperaban el procesador más competitivo en esos equipos.
Es posible que la humildad y bajo perfil de HTC le garantizaran pasar con sus equipos por debajo del radar de leaks y rumores que arruinaran la sorpresa. A cambio, el nuevo HTC U –pareciera ser que la empresa está oficializando la continuidad una nueva serie "U"–, de nombre código "Ocean", será uno de los smartphones más competitivos del año, dándole pelea al esperado Samsung Galaxy S8.
La clave de su competitividad no solo radica en sus especificaciones asombrosas (el esperado Qualcomm Snapdragon 835; sensores Sony de IMX 362 de 12 megapíxeles e IMX351 de 16 megapíxeles en sus cámaras, posterior y anterior, respectivamente), sino en la inventiva que impulsan sus bandas metálicas laterales interactivas.
En un impulso por construir congruencia e identidad, la interfaz de usuario novedosa de HTC, Sense, suma un aliado táctil en la forma de bandas metálicas laterales que enmarcan el display pero que registran distintos comandos táctiles para ampliar la experiencia del usuario. Aunque el display conservará su capacidad de ser un puerto de comandos de ingreso, para muchas interacciones con el nuevo HTC U el usuario podrá prescindir de interactuar con el teclado (como muestra el video) y hacerlo directamente con las bandas sensibles laterales, las Edge Sense.
Este nuevo equipo de HTC podría ser la gran apuesta que la empresa había prometido allá por febrero cuando se negó a dar mayores explicaciones acerca de por qué los modelos HTC U Ultra y HTC U Play no equipaban el más potente procesador del momento. ¿Volverá HTC a las grandes ligas de fabricantes? Ciertamente reúne las condiciones necesarias.
Fuente: VentureBeat