Se filtran mensajes de voz privados y Google admite que tiene acceso a ellos y los escucha
En tiempos donde la tecnología está cada vez más inserta en nuestro ecosistema diario, las interacciones que tenemos con otras personas a través de dispositivos tecnológicos han sido inspiración de infinidad de conspiraciones reales y mundos distópicos en la ficción. Entonces, Google admite escuchar nuestras conversaciones y el mundo estalla.
Parece ser que especialistas allegados al proyecto de desarrollo de inteligencia artificial de Google filtraron mensajes de audio privados de una conversación en danés violando en el proceso no solo las políticas de seguridad de la compañía, sino la privacidad de aquellos usuarios que no contaban con estar siendo espiados.
Google admite escuchar conversaciones para mejorar Google Assistant
Algunas semanas atrás, un escándalo similar estalló cuando Amazon admitió que Alexa, su tan querida asistente para el hogar, remitía las conversaciones que los usuarios tenían alrededor de los diferentes dispositivos Amazon Echo y que el propósito de escucharlas era mejorar el reconocimiento de voz.
Con la misma excusa, Google no ha sido para nada claro si con motivos de mejorar Google Assistant y su sistema de reconocimiento de voz sus lingüísticas y demás especialistas escuchan conversaciones aleatorias enteras o solo fragmentos de ellas. Pero, sin lugar a dudas, cualquiera de las dos respuestas suena inquietante.
Google admite escuchar nuestras conversaciones luego de que se filtraran conversaciones en danés que no deberían de haber salido jamás las paredes de los interlocutores, ambos usuarios de dispositivos Google.
Cabe destacar que las conversaciones que Google admite escuchar son extraídas tanto de dispositivos Google Home como de usuarios de teléfonos Android, por lo que pareciera ser que la mayoría de usuarios de un dispositivo móvil hoy día podría ver su privacidad comprometida.
Para evitar que cunda el pánico, Google ha dicho que solo el 0,2% de las conversaciones que pasan por este tipo de dispositivos son analizadas pero aunque el porcentaje es muy pequeño, ese número sobre un coeficiente de cientos de millones de mensajes de audio es realmente escalofriante.