Google ha decidido cerrar las políticas de uso de las futuras versiones de Android para los desarrolladores de hardware. Hasta ahora, los fabricantes podían utilizar Android OS y personalizarlo según lo deseen, sin necesidad de que Google apruebe dichas modificaciones, gracias a la propuesta de Código Abierto de la plataforma. A consecuencia, cientos de dispositivos hicieron uso del sistema operativo móvil de Google para crear teléfonos celulares que van desde experiencias de usuario excelentes a desastrosas.
En vistas a ello, a partir de ahora Google impondrá políticas más estrictas en cuanto a lo que pueden hacer los fabricantes con Android OS y éstos deberán contar con la aprobación de Google para modificaciones que hagan en el sistema operativo. De lo contrario, no podrán acceder con privilegios de fabricante a la plataforma. Google busca frenar el problema de la fragmentación y piensa que es la manera más correcta de hacerlo y para ello deberán tener su implementación aprobada por el mismísimo Andy Rubin, responsable de Android para Google.
El caso mas reciente involucra a Android 3.0 Honeycomb, cuyo código fuente no será puesto a disposición de terceras partes para evitar que sea adaptado a dispositivos que podrían perjudicar la imagen del sistema operativo, asegurando que sea cual fuere el fabricante de hardware, todos los tablets contarán con la misma interfaz y aplicaciones.
Es altamente probable que las grandes marcas como HTC, Motorola, Samsung y LG no encuentren problemas a la hora de utilizar Android, pero sí probablemente marcas con menor mercado y fabricantes chinos encuentren un problema serio a la hora de presentar un dispositivo corriendo Android OS.
Via BusinessWeek