Hace tan solo pocos días, Netflix y Google Play se pusieron de acuerdo para ejecutar un protocolo de seguridad restringiendo el acceso a la aplicación móvil de Netflix desde la tienda oficial de Google para Android. Claro que la restricción de acceso no era para todo el mundo sino para una población de usuarios muy específica: aquellos smartphones rooteados, u otros smartphones alterados de alguna forma ilegítima.
Los dueños de smartphones rooteados fueron los primeros en repudiar la medida, pues acceder a este tipo de dispositivos es no solo legal, sino una opción de consumo válida. El rechazo, nobleza obliga, no se propagó significativamente aún, pero puede que lo haga a partir de ahora con más aplicaciones subiéndose a este tren de restricciones de acceso propuestas por Google.
Según parece, Google tiene todas las intenciones de volver completamente segura su tienda. Y parece que lo harán a expensas de atacar lo cómodamente personalizable que es su sistema operativo móvil, Android, para algunos programadores y diseñadores. Cualquier tipo de mod o alteración del sistema operativo inmediatamente lo pondrá en estatus de seguridad no garantizable por Google.
Pero la medida parece tener más implicancias de lo que parece: Google agregó a su plataforma de diseño de aplicaciones para la tienda Google Play una herramienta para permitirles a los diseñadores elegir si quieren o no permitirles a los usuarios con smartphones rooteados la posibilidad de descargar o no su aplicación, otorgándole, se asume, la potestad a Google de posteriormente bajar la aplicación de la tienda si reporta intenciones maliciosas o, directamente, no hacerse cargo de sus consecuencias.
En suma, pareciera ser que, con motivos de garantizar la protección de Google, más y más diseñadores, tanto de aplicaciones de expectativas modestas como grandes corporaciones irán acatando las normas de seguridad propuestas por Google para Google Play y, así, más y más usuarios con smartphones rooteados perderán acceso a esas aplicaciones en sus tiendas.
Ahora bien, esto ni significa que las aplicaciones no podrán correr en estos dispositivos, tan solo implica que a partir de que la pertinente actualización sea aplicada, no podrán bajarlas en sus smartphones, pero continuarán pudiendo descargarlas a través de APKs remotos subidos a otros sitios o plataformas.
Claro que esa medida no remueve la incomodidad ni el sentimiento de inseguridad que da tener que hacer eso, pero Google comienza a ponerse firme al respecto de las versiones personalizadas de su sistema operativo móvil. El amigable extraterrestre verde que trae un postre nuevo cada año comenzará a poner condiciones para su dulzura.
Fuente: Google Play Developer Console