El lunes comenzó con una de las noticias más impactantes del mundo de la telefonía móvil: Huawei y Google rompen relaciones luego de que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, decidiera poner a Huawei en la lista negra de empresas con la que las compañías norteamericanas tienen prohibido comerciar.
Las implicancias de esta decisión son dramáticas y muchas de ellas aún no alcanzaron a dimensionarse. Pero una de las que más preocupa a Huawei es la imposibilidad de ahora en más de poder acceder a los Android Services, lo que incluye la tienda Google Play Store y las actualizaciones de dicho sistema operativo.
Google ya no colaborará con Huawei para Android
Algunas de las funciones que provee Android tienen licencia open source y estas aún estarán disponibles para los smartphones y demás dispositivos móviles de Huawei. De esta manera, cuestiones como las actualizaciones de Google Play y Google Play Protect estarán disponibles tanto para existentes como advinientes equipos de Huawei.
Google no solo ya no brindará acceso a varias de sus aplicaciones más importantes como YouTube, Gmail y Chrome, sino que tampoco brindará soporte técnico ni colaboración para integrarlas en dispositivos del fabricante chino.
A priori, uno podría creer que Huawei podría no verse demasiado afectada por esta decisión siendo que casi todas las aplicaciones de Google con las que ya no podrá contar de cara al futuro ya estaban prohibidas en el mercado chino y por tanto su mercado principal se mantendrá igual de estable.
Pero Europa, su segundo mercado más influyente en resultados personales y responsable de su constante crecimiento los pasados años sí pretende contar con estas aplicaciones de Google y quizá acabe postergando indefinidamente la meta de Huawei de ser la compañía de smartphones más exitosa del mundo.
Así las cosas, Huawei desde enero había comenzado a contemplar la posibilidad de que Android ya no estuviese disponible en su futuro en vista de que China y Estados Unidos estaban atravesando una guerra comercial y como consecuencia había estado conformando un plan de contingencia, pero las consecuencias van incluso más allá.
Huawei también perderá acceso a componentes vitales
Es cierto, Huawei y Google rompen relaciones y esa ya es suficiente mala noticia para la compañía china. Pero, como frutilla del postre, empresas como Qualcomm, Intel, Broadcomm y Xilinx tampoco podrán seguir comerciando con el gigante chino lo que impactaría quizá de manera irreparable en la fabricación de componentes de Huawei.
Aunque sus chips Kirin son craneados, diseñados y ensamblados fuera de los Estados Unidos no lo son sin piezas de alguno de los fabricantes antes mencionados.
Las consecuencias de estas interrupciones en las relaciones de Huawei con sus proveedores hizo que durante varios días se contemplara la posibilidad de retrotraer la decisión de volver a Huawei una compañía no-grata con la cual comerciar, pero hasta ahora no ha habido novedades de que dicha decisión fuera a concretarse.
Es seguro que Huawei en occidente recibirá un golpe de popularidad que, si no la desplaza fuera del top 5 de los fabricantes más exitosos directamente la expulse de dichos mercados, pero sin los componentes necesarios esta podría volverse pronto una guerra de atrición en la que Huawei podría acabar desgastándose de manera crítica.