Inventan nuevas baterías ignífugas, baratas y extra-seguras
La productora estadounidense de televisión, PBS, tiene una serie documental llamada NOVA que se dedica a cubrir eventos y novedades tecnológicas. Hace poco tiempo salió al aires un episodio cuyo foco se hallaba en el poder del litio en el mercado energético actual y el estado de las baterías, los autos del futuro, energías limpias y también baterías más limpias y seguras. En el segmento del capítulo dedicado a baterías más limpias y seguras, Mark Zimmerman, CEO de Ionic Materials (Materiales Iónicos), presentó una tecnología en desarrollo definitivamente sorprendente. Zimmerman creó una batería de un polímero plástico sólido que permite a los iones viajar a través de ella igual o mejor que a través del electrolito líquido que poseen las baterías de litio actuales.
El experimento que llevó a cabo Zimmerman, quien también es profesor de la Universidad de Tufts, consistió en removerle la batería original a un iPad y conectarle esta nueva batería para probar que funcionaba igual. Luego, mientras el iPad se mantenía prendido y en funcionamiento, Zimmerman procedió a apuñalarla repetidas veces con un destornillador para probar que, incluso a pesar de perforarla, la batería continuaba funcionando y ningún tipo de reacción exotérmica se producía. También cortó la batería con una tijera mientras estaba en funcionamiento sin consecuencia alguna.
Este polímero plástico es, además, un polímero accesible y económico. La razón es que se puede fabricar en el mismo proceso de fabricación de bolsas de basura y otros plásticos de uso y fabricación recurrentes. El abaratamiento de costos, el ser ignífugas y no desatar reacciones exotérmicas no son todas las cualidades positivas de la batería, la lista continúa para, por ejemplo, sumar que los electrodos que integran la alimentación del hipotético smartphone no corroen la vida útil de estas baterías, por lo que estas baterías podrían conservar su densidad energética, lo que implicaría el doble de la labor a largo plazo que realizan las baterías de hoy.}
Pero no todo es color de rosa para la batería de Zimmerman, aunque los defectos no son remotamente tan relevantes. Lo más importante de todo es que Zimmerman admite que la batería aún tiene dos desafíos muy importantes para superar. Uno de los cuales es que la batería necesita un aliado importante que le provea una fuente de pruebas fiable para asegurarse de que las tecnologías del futuro también puedan funcionar correctamente con esta batería. El otro es que en la medida en que las grandes compañías no vuelquen su atención hacia la fabricación de baterías más seguras, la difusión de esta tecnología peligra frente a las demandas de las compañías hegemónicas.
Los pronósticos para esta tecnología, no obstante, son optimistas. Y aunque no se espera que se sepa de la aplicación de estas baterías en smartphones del futuro cercano, antes de cinco años podríamos correr esa suerte.