Siendo Apple la compañía más relevante, hoy en día, en materia de telecomunicaciones, el sueño de toda empresa es hacer negocio con la compañía de la manzana prohibida. Eso no excluye, de ninguna manera, a aquellas compañías de las que uno creería tienen el futuro resuelto gracias a la cómoda posición que ocupan en dicho mercado, como es el caso de Samsung.
En el año 2013, Samsung perdió la pulseada contra TSMC y de fabricar ambos los chips para el principal producto de Apple, el iPhone, la compañía taiwanesa se quedó con el 100% del negocio y así ha sido desde entonces. Pues bien, Samsung, gracias al acercamiento que ha tenido a Apple siendo su principal proveedor de pantallas OLED, ha conseguido negociar con Apple para fabricar de nuevo los procesadores que integrarán el iPhone a lanzarse durante el año 2018.
Actualmente, TSMC tiene 50,6% del monopolio de fabricación de procesadores en todo el mundo, cifra que consiguió gracias a cuatro años de sólidos negocios con la empresa más exitosa de la última década: Apple.
Siendo Samsung principal proveedor de displays OLED, como lo es hoy, y labrándose un futuro de fabricación de procesadores para Apple, también, es posible que nos permita a todos asistir a una nueva era en la que Samsung alcanzará el puesto número uno en todo el mundo de las telecomunicaciones. Y, en su caso, de conseguirse esta victoria, no lo lograría solamente siendo una de las compañías cuyos productos sean los más comprados, sino también siendo una compañía productora de componentes indispensables para el mercado en el que trabaja.
Veremos qué planes de negocios a futuro tienen otros aspirantes a fabricar componentes para Apple, como LG, o qué hará la propia Apple para evitar darle demasiado terreno para crecer a Samsung.
Fuente: The Investor