Google está trabajando en un nuevo sistema operativo móvil: Fuchsia
Cuando un grupo de desarrolladores se propusieron la épica tarea de diseñar un sistema operativo para dispositivos móviles que pudiera correr indistintamente de los componentes de dicho dispositivo a la par de que pudiera competir con iOS jamás se lo pensó como una alternativa multi-uso para cientos de millones de personas en todo el mundo.
Android nació como un proyecto ambicioso pero prudente y no estaba en los planes de sus creadores ser comprado, acogido y guiado por Google prácticamente desde sus inicios. Fuchsia, no obstante, es un sistema operativo creado por Google con el propósito de abastecer las necesidades multifacéticas de cientos de millones de usuarios de una forma que Android, en estos momentos, no puede hacerlo.
El sitio web Ars Technica develó las primeras imágenes –y video– sobre la interfaz de un sistema operativo móvil alternativo a Android, pero también diseñado por Google. Inicialmente, Fuchsia fue un proyecto cuyos planos fueron anunciados hace más de un año pero que muestra recién por estas fechas sus resultados.
Al contrario de Android, Fuchsia está escrito en un lenguaje de programación creado originalmente por Google que se ha dado a llamar Dart. Un lenguaje propio de programación otorga los obvios beneficios plásticos de algo diseñado desde sus inicios para cumplir con las demandas de sus programadores y, por tanto, se espera del resultado de ese lenguaje, de Fuchsia, fluidez y eficiencia.
Y eso parece entregar con absoluta certeza. Fuchsia también trabaja con un microkernel llamado Magenta que permite optimizar el rendimiento de este sistema operativo indistintamente de los componentes que estén trabajando detrás de él, garantizando una igual experiencia para usuarios de smartphones de baja, mediana o alta gama.
Como bien exhiben las imágenes en el video arriba dispuesto, esa sería la pantalla inicial desde la que los usuarios con un smartphone corriendo Fuchsia podrán ver. Claro que esta etapa de Fuchsia está en estado pre-alpha, por lo que es mucho muy pronto para dictaminar algo, pero sí suficiente para percibir qué esperar.
Fuchsia es fluido y práctico. Con un deslizamiento hacia abajo, se abre una suerte de lista de rectángulos de información con las aplicaciones recientemente abiertas en orden cronológico. Un deslizamiento hacia arriba despliega una lista de aplicaciones recomendadas que bien podrían equipararse con los widgets de iOS.
La pantalla de reposo estándar muestra un ícono con la información del usuario. No sería extraño imaginar que esta información podría desprenderse o vincularse a la cuenta de Google del usuario, con todo lo que a Google le gusta la interconectividad de sus aplicaciones y plataformas. Junto a la información del usuario se muestran órdenes prácticas comunes como la intensidad de volumen o brillo, la posibilidad de cerrar sesión, acceder al modo avión, al modo vibrador, consultar el estado de la batería, la conexión y demás.
Fuchsia también muestra soporte para multi-tasking de aplicaciones con distintas distribuciones de la pantalla: proporción de 50% y 50% para cada una de dos aplicaciones; 33% para cada una de tres aplicaciones; y una nueva distribución para cuatro aplicaciones consistente de partir la pantalla en dos mitades y luego cada mitad destinarla a 75% para una aplicación y 25% para otra.
Fuchsia aún es un proyecto en un estado muy, muy prematuro. Su destino corre la misma suerte, pues no hay forma de aseverar si Fuchsia será un remplazo, un complemento específico o una puesta a prueba de lo que podría ser hoy Android si se diseñase de cero. A ciencia cierta se puede decir, sin embargo, que Fuchsia es una buena exhibición de las capacidades de los diseñadores de Google para crear nuevas UI de diseños fluidos y eficientes.