Desde el año 2016 en adelante, los sensores biométricos se han ido perfeccionando con motivo de hacer las vidas de los consumidores incluso aún más fáciles, más dinámicas. El usuario promedio bloquea y desbloquea su smartphone decenas de veces al día y se vuelve engorroso y fastidioso ingresar una contraseña cada vez que se desea acceder al contenido protegido del teléfono en cuestión. Allí entran las ventajas que proveen los sensores biométricos, pero no todos ellos son igual de cómodos.
El popular y actualmente universal sensor de huellas dactilares no tiene la mejor de las fidelidades de respuestas para con usuarios cuyas manos transpiran profusamente y con frecuencia. De allí que los sensores de reconocimiento de iris y reconocimiento facial estén siendo perseguidos como el verdadero futuro definitivo del campo. Pero Samsung podría estar considerando una nueva posibilidad: las palmas de las manos.
Todos tenemos huellas dactilares y líneas en las palmas de las manos completamente únicas a nosotros. En virtud de esto, Samsung patentó un sensor de reconocimiento de palmas de las manos pero que no se serviría de esta información para desbloquear inmediatamente el teléfono sino para proveerle pistas acerca de la contraseña en caso de que este se la hubiese olvidado. ¿Ineficiente? Absolutamente, pues agrega un obstáculo más entre el usuario y su información privada alojada en el smartphone. ¿Divertido y original? También.
Tras reconocer este sensor la identidad del usuario aspirante a acceder al teléfono, la información no destraba una pista muy obvia o pone la contrasela por el usuario para que este solo tenga que confirmarla, sino que utiliza las líneas de la mano para dibujar letras en la pantalla, letras que estarían desparramadas por toda la mano, incitando al cerebro del usuario a jugar o a dilucidar el orden de las letras para recordar la contraseña adecuada.
Es improbable que consigamos ver esta tecnología en el 2018, pues mucho ha de trabajarse en este sensor de reconocimiento de palmas de las manos antes de que sea más eficiente, expeditivo y seguro que los actuales sensores de reconocimiento de huellas dactilares, de reconocimiento facial o incluso que los de reconocimiento de iris. Pero la posibilidad está allí para el 2019.
Vía: Slashgear