Sinceramente, es una injusticia que HTC no pueda remontar sus ventas. El HTC One es una muestra acabada de lo que debería ser un smartphone Android, prestando atención en los detalles que realmente son importantes, y agregando un diseño industrial fabuloso, junto con materiales premium que lo destacan.
El HTC One posee un chasis fabricado en una sola pieza metálica. Es cierto, no es más delgado o liviano que el Samsung Galaxy S III o el iPhone 5, pero lo compensa con un diseño extraordinario que atrae miradas. A esto suma unos parlantes stereo - ¿tan difícil fue hasta ahora? - y Beats Audio, que mejoran sustancialmente una falta común en los smartphones Android: la calidad de sonido.
En cuanto a hardware, todo parece parecerse demasiado: una pantalla de 4.7 pulgadas Full HD ya no suena de otro mundo, su procesador Qualcomm Snapdragon 600 estará en varios smartphones para cuando el One llegue al mercado, Android Jelly Bean es igual para todos, aunque HTC utiliza la repensada Sense 5 que es un quiebre con respecto a versiones anteriores.
En aproximadamente un mes, Samsung presentará al Galaxy S IV, y esta vez podría tener una fuerte rivalidad por parte del HTC One, siempre y cuando HTC no se hunda solo y pretenda que sus productos se vendan por sí mismos.
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