Qualcomm e Intel solicitan a Joe Biden una urgente inversión en fabricación de semiconductores

Cristiano Amon, actual CEO de Qualcomm, declaró pocos días atrás que la industria de los semiconductores estaba atravesando un curioso período: las demandas para procesadores nunca habían sido tan altas y los problemas para abastecerlo nunca habían sido tales. Por eso Qualcomm e Intel solicitan mayor presupuesto para la fabricación de semiconductores.

Mientras que Qualcomm e Intel, entre otras importantes compañías del mismo negocio, atraviesan períodos críticos para abastecer la creciente demanda de este tipo de componentes, compañías extranjeras como TSMC han tomado US$9 mil millones de deuda para continuar su expansión. Esa misma sería una de las razones para la confección de la carta de estas empresas.

La inversión en el sector cayó 25% en los últimos 30 años

Según reportan en su carta, desde 1990 la inversión en el sector cayó de un 37% del presupuesto nacional a tan solo un 12% en la actualidad. Por esta razón, fabricantes de otros continentes pudieron continuar con la inevitable expansión que demandarían los mercados y las compañías norteamericanas se quedaron por detrás.

En su carta instan a Biden a tomar una decisión drástica: "[...] Su administración tiene ahora una oportunidad de financiar estas iniciativas para transformarlas una realidad. [...] Creemos que una acción intrépida es necesaria para responder a los desafíos que enfrentamos. El costo de la inacción es alto".

Actualmente, las compañías de gaming y de fabricación de automotores están sufriendo especialmente la falta de entrega de procesadores debido a la cada vez más alta demanda de este tipo de dispositivos. Para Qualcomm e Intel, entre muchas otras, ese mismo problema está cerca de afectar al mundo de los smartphones y las computadoras también.

Es por todo esto que Qualcomm e Intel solicitan mayor presupuesto de parte del gobierno de Joe Biden quien de seguro está siendo bombardeado por las peticiones de diferentes sectores de la nación en tiempos grises. La pandemia del virus COVID-19 ha dejado a muchas industrias en crisis y elegir cómo administrar el presupuesto nacional será una tarea extenuante.