Para mantener la moral alta hay que conseguir conquistar objetivos poco ambiciosos a corto plazo, pero con los sueños ardiendo por un futuro todo lo magnífico que se pueda. En ese camino, un tropezón no es caída si el horizonte permanece firme y la agenda de objetivos pequeños se sigue apilando como escalones en la escalera al éxito final.
El LG G6 era eso para LG: un smartphone ambicioso, lujoso y al mismo tiempo accesible, ligeramente desactualizado en la elección de su procesador pero, por lo demás, es una verdadera joya del mercado de alta gama y cualquiera habría pronosticado una competencia aguerrida entre el LG G6 y el Samsung Galaxy S8/S8+. Los números oficiales correspondientes al segundo trimestre de LG están aquí y el LG G6 parece haber fracasado en su misión.
Para cada smartphone no es solo una competencia individual en la que se intenta alcanzar la mayor cifra de unidades vendidas, sino también un deporte de equipo en el que se intenta reportarle la mayor cantidad de beneficios al sector para legar parte de esa riqueza a futuras entradas, garantizando, así, una progresión asegurada y ascendente de calidad en los dispositivos de alta gama.
LG G6 es un smartphone que poco tiene que envidiarle al Samsung Galaxy S8/S8+, pero no le alcanzó para evitar reportar una pérdida de US$117 millones en el sector de smartphones. LG, no obstante, reporta un balance general positivo gracias a sus otros dispositivos para el hogar y electrodomésticos que lograron un incremento del 4% en ganancias con respecto al mismo período del año anterior. A pesar de obtener resultados tan poco alentadores en el departamento de telecomunicaciones, difícilmente LG baje los brazos con sus demás sectores ayudándolo a balancear las cuentas. Además, no hay que olvidar la posibilidad que tiene LG de hacer negocios con Apple en los años por venir.
Vía: Tech Crunch
