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Samsung admite problemas con sus Samsung Galaxy S8/S8+

Parece ser que un nuevo criterio para ser considerado un smartphone prémium es aparecer en algún sitio web de noticias tecnológicas reportando inconvenientes inusuales, molestos o graves en su configuración de software o de hardware. O, al menos, eso parecen indicarnos tres de las compañías productoras de teléfonos inteligentes más importantes del mundo: Apple, Samsung y Google.

Recientemente, usuarios estuvieron manifestándose en los foros oficiales de Samsung acusando que sus Samsung Galaxy Note 8 se reiniciaban inmediatamente después de abrir la aplicación de contactos a través de una aplicación de teceros. Samsung recomendó a los usuarios de un Samsung Galxay Note 8 mantener sus aplicaciones actualizadas a través de la Galaxy Store y la Google Play Store, pero desde hace meses que no hay soluciones para el Samsung Galaxy S8/S8+.

Desde el mes de abril cuando fuera lanzado el Samsung Galaxy S8/S8+, cientos de usuarios se manifestaron en los foros oficiales del Coloso Coreano denunciando que sus ejemplares de ese flagship de Samsung se reiniciaban solos o que sus pantallas se congelaban sin indicios previos que explicaran el porqué. Posteriores actualizaciones señalaron a distintos bugs de aplicaciones nativas como las culpables de estos errores, pero aún hoy hay usuarios que persisten en clamar que el Samsung Galaxy S8/S8+ continúa reiniciándose y congelándose solo.

Samsung admite que hay errores con su anterior smartphone insignia, pero que muchos de los inconvenientes que podrían surgir en esos equipos no deberían manifestarse suponiendo que tengan sus firmware actualizados a versiones más nuevas que la versión 1.2.00. Los últimos detalles a pulirse con el Samsung Galaxy S8/S8+ estarían llegando en futuras actualizaciones.

No le hace buena campaña a los teléfonos de alta gama como el Samsung Galaxy S8/S8+, el Samsung Galaxy Note 8, el Google Pixel 2, el Google Pixel 2 XL, el iPhone 8, el iPhone 8 Plus o el iPhone X reportar inconvenientes con tanta asiduidad y severidad. Pues si el consumidor debe incluir en la ecuación de precios la posibilidad de que surjan desperfectos no tenidos en cuenta por el fabricante, entonces más vale no gastar US$1000 en un teléfono e inclinarse por una propuesta de menos de US$600 que hay muy buenas y con características casi idénticas.