Una de las más considerables desventajas de no ser una de las tres compañías más importantes del mercado de las telecomunicaciones es no poder asegurar que la provisión de componentes vitales y de última tecnología estén siempre allí para poder lanzar el correspondiente flagship antes que la competencia.
Samsung no sabe lo que es experimentar eso. Y tras haber afectado a su rival local, LG, al haberle privado de poder lanzar su LG G6 con un Snapdragon 835 por la exclusividad que Qualcomm le había prometido a Samsung y su Samsung Galaxy S8/S8+, la situación podría repetirse durante el 2018 con el Samsung Galaxy S9 y S9+.
El filtrador serial y exitoso, I Ice Universe, publicó en su cuenta de Weibo que Qualcomm y Samsung habrían concretado otro acuerdo de exclusividad en relación al adviniente Snapdragon 845 para que ningún otro smartphone que no sea el Samsung Galaxy S9/S9+ pueda salir con él al mercado antes de que el smartphone insignia del primer semestre del 2018 de Samsung lo haga.
Esto afectaría puntualmente a un hipotético LG G7 que posiblemente no querrá seguir los pasos del LG G6 y salir con un modelo de procesador atrasado solo para interpelar a los consumidores ansiosos, pues esa no es la receta para ganar la carrera a largo plazo. También afectaría al Xiaomi Mi 7, del que se dice, también, que aspira a ser el primer smartphone en China en portar un Snapdragon 845. En sí, esa meta no sería del todo imposible si se tiene en cuenta la poca a nula influencia que tiene Samsung en ese mercado, pero en lo concreto, Samsung golpearía primero incluso aunque no lograra ganarles la pulseada de ventas a Huawei y Xiaomi.
Vía: Gizmochina