Se sabe que Samsung, actualmente, concentra un porcentaje muy mayoritario de la producción y venta de paneles OLED y que ha incrementado notablemente sus inversiones en dicho componente en los últimos años. Uno de los objetivos de esa inversión era llegar al momento en que pudieran negociar con Apple para hacerlos utilizar dichos productos en sus iPhones, pero la inclusión de un display OLED en el iPhone X acabó por herir la economía de ambos.
Mientras que Apple acabó adquiriendo una costosa pieza prémium de hardware para su último teléfono insignia, las malas ventas del iPhone X echaron por la borda el interés de Apple de producir en masa este smartphone, lo que a su vez repercutió en la cantidad de paneles OLED que Samsung ya tenía destinados para la compañía de la manzana prohibida y que no llegarán a entregarse por haber bajado Apple el ritmo de producción del teléfono en cuestión.
Nuevos rumores indican que el balance financiero de Samsung de su primer trimestre del 2018 reportaría un considerable decrecimiento con respecto al trimestre anterior, y más aún con respecto al exitoso primer trimestre del 2017, que había cerrado con una ganancia para el Coloso Coreano de US$14,1 mil millones. Aunque la empresa surcoreana continuaría creciendo a lo largo del 2018, lo hará a punta de su venta de semiconductores, pero los pronósticos tampoco son buenos en este aspecto.
Múltiples analistas y consultoras reportan que el negocio de los smartphones ha comenzado a estancarse y, dependiendo de las gamas a analizar, incluso ha comenzado a decaer. Con una demanda paulatina pero certeramente en descenso, Samsung ciertamente deberá comenzar a planear su futuro, pues su dominio en el mercado de la tecnología móvil pronto podría verse amenazado.
En respuesta a esto, algunas fuentes sugieren que Samsung podría salir activamente a absorber compañías desarrollando tecnología experimental, una movida que podría reportar una ganancia generosa pero esta llegaría luego de tomar decisiones ciertamente arriesgadas.
Apple iPhone X
El Apple iPhone X es una demostración de fuerza de Apple, mostrando lo que es capaz de hacer y para celebrar los 10 años del iPhone. El iPhone X cuenta con una pantalla de 5.8 pulgadas que abarca todo el frente del teléfono, dejando un espacio arriba para acomodar todos los sensores que contribuyen a Face ID, el nuevo método de desbloqueo por rostro, ya que el botón Touch ID desaparece. Con una atípica resolución de 2436 x 1125 pixels, acomoda 458ppi. Por dentro, el iPhone X tiene el nuevo procesador A11 Bionic. La cámara es dual de 12 MP similar a la del iPhone 8, es resistente al agua y corre iOS 11.
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