Hasta el próximo 3 de Mayo, día en que supuestamente Samsung presentará al Samsung Galaxy S III, las especulaciones, rumores y filtraciones en torno a Galaxy S de próxima generación serán interminables. Entonces, ¿Qué podemos esperar del nuevo Galaxy S III?
Por empezar, todo indica que habrá un cambio de materiales alejado del plástico comúnmente utilizado por Samsung en sus smartphones. Un material cerámico al parecer tiene la mayor chance de figurar, aunque BGR reporta que el celular podría llevar también un material que podría ser unmetal azul pulido, posiblemente aluminio o acero inoxidable, o un plástico superior.
BGR también asegura que el Galaxy S III tendrá botón de inicio físico en el medio del dispositivo por debajo de la pantalla, y que no utilizará los botones de navegación en pantalla que Google implementó en Android 4.0 Ice Cream Sandwich - que, de ser cierto, sería un gran desafío a Google en contradecir los lineamientos de diseño.
En cuanto a procesamiento, podemos esperar una versión quad-core de los procesadores Exynos con soporte LTE - teniendo en cuenta que Meizu acaba de anunciar el MX Quad-core que tendrá un procesador Exynos - y al menos 2GB de RAM.
En cuanto a su pantalla, los rumores indican una resolución de 1080p, aunque parece ser poco viable, primero porque las pantallas 720p apenas comienzan a aparecer y aún hay mercado y segundo, porque implicaría un consumo aún más importante de la batería, por una resolución poco justificada en una pantalla tan pequeña. En tamaño, podría estar entre 4.3 pulgadas - claro que a mayor resolución que el Galaxy S II, lo que ya de por sí es una mejora sustancial - y cinco pulgadas - teniendo en cuenta el éxito del Galaxy Note. Sin embargo, los inclinamos por una pantalla de 4.65 pulgadas similar al Galaxy Nexus.
También su cámara vería una mejora notable. Teniendo en cuenta que el Galaxy S II ya tiene una cámara de 8 megapixels, no podemos pensar en otro sensor mayor a 8MP, tal vez en el orden de los 12MP.
Por lo pronto, no podemos hacer más que especulaciones y conjeturas, pero es evidente que Samsung debería sorprendernos a lo grande. De lo contrario, con tantas demoras y suspenso, la estrategia podría volverse en contra del fabricante.
