Luego de cierta controversia generada este año por la acusación a Samsung de artificialmente incrementar los resultados de benchmarks en el Galaxy S4, acusación que el fabricante negó rotundamente, la misma situación se repite con el Samsung Galaxy Note 3.
De acuerdo con Ars Technica, el Galaxy Note 3 habilita un modo de alta velocidad al correr aplicaciones de benchmark populares, llevando al smartphone a obtener resultados increíbles respecto a otros smartphones similares. Por ejemplo, el LG G2 posee el mismo procesador Snapdragon 800 a 2.3GHz, sin embargo, los resultados de benchmarks están muy por debajo con respecto a los del Note 3.
Según Ars Technica, el smartphone, al detectar una aplicación de benchmark, provee un modo de 2.3GHz permanente, que le permite obtener puntajes irrisorios.