Si Samsung fuera una persona y experimentase cansancio, en sus horas de sueño es probable que el Samsung Galaxy Note 7 fuera la peor de sus pesadillas. No solo por el brutal episodio traumático que le significó, sino por la recurrencia del mismo. Comenzó a explotar, continuó haciéndolo, Samsung sufrió dolores de cabeza intentando coordinar políticas para hacer desaparecer el smartphone del mercado, luego el fuego volvió en una de sus fábricas (aunque no por culpa del Samsung Galaxy Note 7 en esta ocasión) y luego tuvo que dedicar un considerable tiempo investigando las causas del accidente, devolviendo un bochornoso reporte acusando negligencia por parte de la empresa coreana a la hora de disponer los espacios del Galaxy Note 7 para cada componente, asfixiando la batería que luego ardería.
Ahora el Samsung Galaxy Note 7 espera sentado en las fábricas de Samsung, como evidencia acusatoria de uno de los fracasos comerciales más impactantes y dañinos de los últimos años del mundo de las telecomunicaciones. Pero Samsung se ve obligado a enfrentar su pesadilla para sobreponerse a ella, y para eso intentará volverlo a sacar a la venta. Sí, leyeron bien: el Samsung Galaxy Note 7 volverá a la venta.
Pero, momento, no en todas partes y no en las mismas condiciones. Samsung no desconoce la reputación insalvable de su infame smartphone, pero eso no impide que en mercados emergentes pueda presentarse como una posibilidad viable bajo el precio adecuado. De esta forma, y después de saber que la causa de las explosiones era el poco tamaño destinado a la batería, con una reducción considerable de la batería, el Samsung Galaxy Note 7 saldrá a India y/o Vietnam con una batería de 3000 o 3200 mAh en lugar de la original batería de 3500mAh.
Si algo hay que admitirle a Samsung es su templanza y voluntad de redención. También su temeraridad, si algo, pues de volver a reportar inconvenientes esta edición del Samsung Galaxy Note 7 es posible que ya no haya que recurrir a la Biblia para ver a un gigante caer.
Vía: Engadget
