La segunda mitad del 2016 le costó cinco mil millones de dólares en costos de reembolso y traslado de equipos al Gigante Coreano de las Telecomunicaciones. Samsung, no obstante, reportó un récord de ventas para el pasado año, mencionando que fue gracias al énfasis en la fabricación de componentes de calidad y con valor agregado. En el 2016 Samsung embolsó casi 8 mil millones de dólares (siete mil novecientos treinta millones), con el corazón de sus ganancias ubicándose en la manufactura de chips y de otros componentes, con la expectativa de crecimiento tecnológico de productos con conectividad, dispositivos con inteligencia artificial y automotores para ayudarlos a aumentar las ganancias obtenidas en componentes para el año que viene.
No obstante, Samsung se mantiene reacio a admitir ser capaz de repetir la fórmula para el corriente 2017, pues las circunstancias del clima del mercado global son inciertas para ellos. Dijeron en un comunicado: "Estas circunstancias podrían, potencialmente, traer desafíos para la ejecución de las estrategias de negocios de mediano a largo plazo, como es el caso de las M&A [Mergers and acquisitions o Fusiones y adquisiciones], de decisiones de inversión y desarrollo de motores de nuevo crecimiento".
Parte de estas incertidumbres puede que tengan que ver con el presidente de Samsung no pudiendo ocupar su cargo por culpa de una enfermedad que lo mantiene alejado de la actividad profesional, así como el caso de su actual presidente interino (el vicepresidente) e hijo del presidente, Lee Jae-yong, siendo implicado en causas de corrupción, malversación de fondos y sobornos. La posible destitución de su presidente interino podría ser una de las razones para el futuro económicamente incierto de Samsung.
Samsung admite también en el comunicado sacado que esperan poder alcanzar las metas proyectadas de ganancias en el primer cuatrimestre del año porque cuentan con ese dinero para poder reconstruir la reputación que les costó el incidente con el Samsung Galaxy Note 7.
Fuente: Samsung
