Durante el evento de Samsung en la Mobile World Congress 2017, manifestantes de la agrupación ecológica Greenpeace aprovecharon la magnitud del evento para recordarle a todo el mundo el destino incierto y potencialmente peligroso de los dispositivos sobrantes del modelo Samsung Galaxy Note 7. Siendo los planes de Samsung, probablemente, destruirlos y pasar de página, Greenpeace de cuerpo presente –y muchos devotos del reciclado y la ecología– demandó un final verde para el Samsung Galaxy Note 7.
Samsung soportó el bochorno como solo un gigante de las telecomunicaciones con determinación podría hacerlo y, pocos días después, el rumor de que el Galaxy Note 7 vería su destino reciclado se manifestó en múltiples sitios. Samsung, no obstante, rechazó haber concretado dichas intenciones.
Aceleremos los días hasta el 27 de marzo: Samsung confirma que tiene tres pasos a seguir para concretar una estrategia verde y segura de reciclado de su viejo e inflamable amigo. Samsung planea reciclar el Samsung Galaxy Note 7 siguiendo tres prioridades: reutilizar aquellos equipos que estén en condiciones, destinar partes del equipo a períodos de prueba o siendo incluidos en otros dispositivos y, finalmente, reciclar metales preciosos con métodos ecológicos.
Sobre reutilizar los equipos en condiciones, los mismos tendrán que atenerse a los distintos criterios de los comités regionales de seguridad para evaluar si están en condiciones de venderse a sus públicos o no. De la misma forma, Samsung tiene que evaluar si existe una viabilidad económica para el Samsung Galaxy Note 7 en dichos mercados.
Separar componentes del viejo Samsung Galaxy Note 7 será cuestión de procesos específicos llevados a cabo por compañías especializadas en la separación de componentes de viejos equipos. Los mismos evaluarán si dichas piezas están en condiciones de integrar nuevos smartphones o si continuarán su vida útil como respuestos o piezas de períodos de prueba.
Por último, y no por eso menos importantes, el reciclado de metales preciosos correrá también por cuenta de compañías distintas de Samsung. Las mismas están preparadas para que su tarea de todos los días sea conducir métodos seguros y amigables para el medio ambiente a la hora de extraer metales preciosos de estos dispositivos.
Con esta receta, Samsung cumplirá sobradamente su cuota de responsabilidad ambiental. Restan por verse los resultados de esta abrupta política de reciclaje ("abrupta" porque, después de todo, semanas atrás negaron las intenciones de reciclar sus viejos modelos del Samsung Galaxy Note 7). Quizá volvamos a ver al Galaxy Note 7 en el mercado, esta vez prometiendo la seguridad para la que se suponía que estaba preparado.
Fuente: Samsung