Vertu es una compañía de smartphones con miras puestas a un mercado minoritario pero acaudalado. Vertu no acostumbra a poner en sus equipos el mejor material de especificaciones disponible, aunque sus smartphones no están nada mal en ese aspecto. Lo distinción para ellos categórica es la de brindar un producto de absoluto lujo.
Sus smartphones tienen un diseño exterior atiborrado de materiales muy costosos (esmeraldas, zafiros, titanio, oro, cuero de avestruz, por citar algunos ejemplos) y se venden a precios que rondan las decenas de miles de libras esterlinas (el más caro de ellos llegó a tener un precio de £40,000), además de brindarles la posibilidad a sus clientes de agregarle cuanto material de lujo prefieran.
A pesar de sus costosos productos (o quizá precisamente por eso), sus finanzas no han sido precisamente las mejores. En el año 2014, tras un balance anual de £110 millones en ventas, se determinó que la compañía había tenido una pérdida de £53 millones. La empresa que originalmente había sido fundada como un brazo excéntrico de Nokia para abastecer otras necesidades de un mercado ostentoso, pronto fue vendida cuando Nokia no pudo subirse a tiempo al tren de los smartphones.
Después de Nokia, Vertu tuvo otros dos dueños que vendieron la compañía también por motivos de pérdida: EQT la había adquirido por £175 millones de las manos de Nokia, y luego EQT supo vendérsela a Godin Holdings. Dieciocho meses después de haberle nada nada más que pérdidas a Godin Holdings, Vertu vuelve a pasar de manos.
Quien en esta oportunidad se ha hecho de Vertu es el magnate Hakan Uzan, vástago de la dinastía turca que se vio exiliada por mútiples casos de adquisiciones fraudulentas y licuado de activos. En algún momento, la dinastía Uzan supo tener una compañía de servicios telefónicos (que posteriormente sirvió de base para asentar a Vodafone en Turquía) que luego de haber fugado capitales de la empresa para costear jets privados y propiedades en el extranjero, tuvo que declararse en bancarrota tras la crisis "punto com". La familia Uzan estuvo en corte por haberles causado daños a Nokia y Motorola en negocios multi-millonarios, deuda que aún hoy siguen apelando y no han abonado. También estuvieron enfrentados en corte con Donald Trump por haberse echado atrás a último momento para adquirir propiedades horizontales en la Trump Tower. Tras tanto bochorno y acusaciones de fraude, la familia Uzan tomó asilo político en Francia, en donde no se sabe su paradero exacto.
Y aún así, Hakan Uzan desembolsó £50 millones para adquirir Vertu y prometerles un cambio de rumbo rotundo. Vertu no ha podido mantenerse par a par en ventas con empresas que ofrecen también dispositivos lujosos (aunque en otros sentidos) como Apple o Samsung. Los niveles de producción de esas compañías vuelven imposible el sueño de Vertu de abastecer un mercado selecto que ya ha optado por un mejor producto y considerablemente (!) más barato.
Los ejecutivos de Vertu, no obstante, han declarado que la compañía tenedora Baferton (a través de la que operó Hakan Uzan) ha establecido metas claras y que entiende las políticas y aspiraciones de Vertu a la perfección, lo que volvería reales las expectativas de Vertu de remontar números con una planificación apropiada. ¿Será que podremos ver smartphones Vertu más competitivos y accesibles? ¿O será otro fracaso fraudulento de los Uzan?
Fuente: The Telegraph