Seis meses luego y Samsung no supo solucionar el problema del reconocimiento facial
Existe una muy diversa gama de sistemas de seguridad y casi todas ellas se encuentran dentro de los últimos tres flagships de Samsung, la compañía productora de smartphones más grande del mundo. Pero siendo que los sistemas de reconocimiento con sensores biométricos comienzan a estar cada vez más en boga, el reconocimiento facial que el Samsung Galaxy S8, el Samsung Galaxy S8+ y el Samsung Galaxy Note 8 eran un fuerte de estos dispositivos. ¿O no?
Al poco tiempo de estar en el mercado el Galaxy S8/S8+ las jaquecas comenzaron para Samsung: el sistema de reconocimiento facial de esos smartphones era fácilmente vulnerable con una fotografía. Casi seis meses luego, el Samsung Galaxy Note 8 no pudo resolver ese inconveniente.
Quizá sea por esa misma razón que Samsung publicó un nuevo sobre como maximizar la seguridad de su último smartphone estelar, el Samsung Galaxy Note 8. En este video, se recomienda a los usuarios recurrir no a uno, sino a todos las opciones que el teléfono provee: la programación de un código PIN o de un patrón, el registro de al menos una huella dactilar, el registro de los iris para su pertinente escáner y también el registro del rostro para el reconocimiento facial.
Cuando el usuario se dispone a permitirle a su Samsung Galaxy Note 8, este advierte con honestidad y para decepción del usuario que este sistema de reconocimiento es pasible de ser vulnerado con una fotografía: método que no es simple de llevar a cabo, pero que de ninguna manera es imposible.
Esta será una gran duda a solucionar para la próxima generación de flagships de Samsung a sabiendas de que los sensores biométricos facilitan y personalizan aún mucho más el acceso privado a cada smartphone. Después del fiasco del reconocimiento facial infalible que las publicidades clamaban sobre el Samsung Galaxy S8/S8+, el Samsung Galaxy Note 8 decidió aceptar la derrota y cederle esta posta a los teléfonos insignia del año 2018.