La empresa innovadora china, Xiaomi, conocida por esos lares como la "Apple China", no ha tenido un buen año en lo que a números internacionales respecta. Apple, Samsung, Huawei, Meizu, todos a su forma compartieron las cifras anuales, reportando crecimientos y ganancias jugosas, en el caso de Samsung, incluso a pesar de la catástrofe del Galaxy Note 7. Pero no Xiaomi.
El año 2015 había sido un año brillante para la joven promesa china. Quedando segundos en el top doméstico OEM (Original Equipment Manufacturer o Manufacturero de Equipamiento Original) del 2015, ciertamente la expectativa de cara al 2016 era gigante, y la vitalidad que llenaba las esperanzas de Xiaomi se encontró con la realidad de haber quedado afuera del top 5 del OEM doméstico, además de no haberse podido expandir internacionalmente.
La falta de presencia en el mercado internacional de Xiaomi podría haberle costado una generosa porción de las 70 millones de ventas que tuvo el año pasado, un número devastador si se observa que la red de equipos Xiaomi en el mundo consiste de 50 millones de equipos divididos entre smartphones, smart tvs, laptops y demás, y que no ha podido expandirse.
Pero el CEO y co-fundador de la empresa Xiaomi, Lei Jun, prefirió no concentrarse en los decepcionantes números del 2016 y prepararse para este 2017, confirmando así la negativa de Xiaomi a mostrar los números del año. El crecimiento exponencial y virulento de Xiaomi en los primeros años posiblemente comience a ser atendido con prudencia y con miras a transformarse en crecimiento sostenido en el tiempo y constante. Para eso, menores tiempos de producción y mayor consolidación en el mercado internacional serán condiciones sine qua non para la conquista exitosa del nuevo gladiador chino de compañías de tecnología móvil.
Fuente: Reuters