ZTE había tenido múltiples episodios conflictivos con la nueva y la vieja administración del gobierno de los Estados Unidos. En particular, conflictos concernientes a la violación del tratado de comercio con Irán, actividad que está estrictamente prohibida en la tierra del Tío Sam. Claro, a ZTE no pareció importarle que sus productos estuviesen compuestos por varios componentes fabricados en Norteamérica y procedió a distribuir sus smartphones en Irán, ganándole una multa de US$900 mil millones, primero, y luego, ganándole una prohibición total de compra-venta de productos estadounidense. ¿La consecuencia? A partir del día de hoy, ZTE suspende todas sus actividades productivas y comerciales.
Está lejos de saberse aún si esta situación crítica para ZTE tendrá solución o saberse si el futuro de ZTE tendrá que reencarnar en la forma de su segunda marca, Nubia, pero el caso es que ZTE suspende todas sus actividades productivas y comerciales hasta tanto no consiga una modificación en el fallo del tribunal de comercio estadounidense.
Desde hace ya varios días, ZTE está intentando apelar al fallo estadounidense que le impide comprar o vender productos allí fabricados, lo que significa que nada de procesadores Qualcomm ni componentes de ningún tipo fabricados en la tierra de las bandas y las estrellas. Este bloqueo severo, naturalmente, minó por completo las esperanzas de ZTE de continuar existiendo como compañía, y se vio obligada a interrumpir sus actividades comerciales y productivas hasta tanto no obtenga una respuesta a su apelación.
Actualmente, quienes quieran comprar smartphones en la tienda online oficial de ZTE reciben una notificación de imposibilidad de completar la operación y varias tiendas chinas también han dejado de vender productos de esta merca. ZTE suspende todas sus actividades productivas y comerciales y, hasta el momento, aunque el futuro de la compañía china es del todo incierto, prácticamente ninguno de los pronósticos es optimista.
Vía: Reuters